“Es a través del lenguaje que se conecta con las otras tradiciones, como el respeto por la tierra y el conocimiento de su uso; el conocimiento de las diferentes estaciones y el de la medicina, la comida, la artesanía y la danza”. Judy Winter, con apenas 18 años de edad, pronuncia estas palabras que encapsulan el motivo por el cual ella y su comunidad defienden sus costumbres.
La edad de esta joven y la profundidad de sus palabras podrían asombrar a muchos, pero tienen sentido cuando Judy platica acerca de cómo ha pasado su tiempo desde hace más de un año: recorriendo los pueblos y aldeas de su región, en busca de ancianos y “knowledge holders” (custodios de conocimiento, como los llama ella) deseosos de compartir lo que saben con la juventud que, lamenta Judy, ha olvidado demasiado.