En el proceso visitaron shagras familiares de toda la región y recolectaron conocimientos tradicionales sobre las variedades de papa y su cultivo. Encontraron 36. Buscaban, específicamente, variedades capaces de adaptarse a los cambios que la tierra ha padecido. De esas 36, se han identificado cinco particularmente prometedoras. Luis Aníbal Puenayan y su equipo están recuperando las técnicas que permiten el cultivo sustentable de estas papas y desarrollando maneras de adaptarlas a las condiciones presentes.
La fase de investigación y experimentación ha concluido. Ahora se busca difundir las semillas y las técnicas de cultivo entre 60 familias y encontrar maneras de integrar algunos de estos conocimientos en la agroindustria.
Recuperar las variedades de papa nativa y su cultivo implica consolidar la seguridad y soberanía alimentaria de estas comunidades, además de perpetuar conocimientos y maneras de entender el mundo que son invaluables en la época del cambio climático. “Tenemos que redescubrir nuestro pasado para entender qué está pasando con la Madre Tierra. Nosotros, como culturas indígenas, tenemos las respuestas a muchas de esas interrogantes y podemos aportar desde la práctica y desde el ejercicio a la reconstrucción de la vida en el planeta”, concluye Luis Aníbal.