PROYECTO IPAF-FIDA de FIMI
ORGANIZACIÓN
Red de Aliados para las Sociedades Abandonadas RASA JOVEN
participantes directos
50
participantes indirectos
690

Formación y desarrollo de capacidades técnicas enfocado en la juventud Awajun y Wampis. Capacitación en administración financiera con el objetivo de operar una empresa que genere ingresos para la comunidad a través de la producción de hortalizas, la cría avícola y la piscicultura. Construcción de un biohuerto para la siembra de semillas de tomate, cebolla china, cilantro, pepinillo, rabanito y betarraga. Monitoreo ambiental participativo y fortalecimiento de las dinámicas de convivencia en equilibrio con el entorno. Potenciar la promoción de la cultura ancestral, su conocimiento sobre el uso y sostenimiento del bosque, el canto, la danza, la indumentaria, el arte, la artesanía y otros activos culturales.  

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Tutumberos / Amazonas / Perú
Lengua
Awajun
POBLACIÓN
660
Altitud
433 m
EXTENSIÓN TERRITORIAL
5,030 ha
COORDENADAS
17,113
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Las comunidades Awajun viven principalmente a lo largo de los ríos Santiago, Cenepa, Marañón, Nieva, Potro, Apaga y Morona, en el distrito de Santa María de la Nieva, Provincia de Condorcanqui, Región o Departamento Amazonas, Perú. La Cordillera del Cóndor es la única muestra representativa del Bosque Montano de la Cordillera Real Oriental. En 1996, el área que forma un tramo del límite internacional entre Perú y Ecuador fue identificada como “zona prioritaria para la conservación de la diversidad biológica nacional” por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). 

Defensores de la diversidad
Tutumberos / Amazonas / Perú
Fotografías Florence Goupil
TEXTO Jorge Varela

Solo 17 países son oficialmente considerados “megadiversos”, según datos del Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA). Entre ellos, Perú. Dos terceras partes de su territorio son cubiertas por la densa y fértil manta de la selva amazónica. Brasil es el único que lo supera en hectáreas de selva.

Pero la variada y abundante naturaleza de Perú no le ha valido para detener el avance de las actividades humanas que amenazan con alterar irremediablemente los ecosistemas de nuestro planeta. Al contrario, lo ha puesto a merced de estas.

Proyectos considerados de “interés nacional”, como los de infraestructura y la industria extractiva, o el avance de monocultivos de café y aceite de palma, llevan décadas degradando este sector de la Amazonía. Esto no solo destruye la flora y fauna nativa, sino también las formas de vida humana que se adaptaron a este ecosistema y que han vivido de manera sustentable, desde mucho antes de que llegaran las grúas y los fertilizantes químicos. La vida de estas comunidades, y el conocimiento y las prácticas que han desarrollado desde cientos de años atrás, son esenciales para combatir el avance del cambio climático.

“Nuestros ancestros han vivido aquí por siglos, pero nunca se han acabado el bosque. Ahora, en la civilización, ha cambiado totalmente. Han comprado motosierras y sacan madera, han eliminado las frutas y alejado a los animales”, cuenta Aldo Kasen Awanash, jefe de la comunidad Awajun de Tutumberos.

Según los resultados del censo nacional 2017, 56,584 personas han manifestado que hablan la lengua Awajun. Su lengua es la más hablada entre las cuatro que pertenecen a la familia lingüística Jíbaro.

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(6) Hojas húmedas del bosque de la Amazonía peruana.    (7) Apu Aldo, jefe de la comunidad Awajun de Tutumberos.    (8) Nelsi Cumbia y su hija Nesila acostumbran asearse sobre las piedras de la quebrada.   (9) Galvez Cumbia, pescador, cazador y cultivador, ya no puede dedicarse a la pesca debido a la contaminación del río Marañón.   (10) Pio Akintui, cazador Awajun.

La comunidad Awajun es la segunda más numerosa de la Amazonía peruana y una de las que más ha padecido las presiones sobre los ecosistemas. Durante los últimos años la irrupción de la civilización, como la llama Aldo, ha dañado la biodiversidad a la que estaban acostumbrados y sus fuentes de alimento, entre otras cosas. Hoy, los Awajun han tenido que buscar alternativas para poder continuar viviendo.

Durante 18 meses, de junio de 2019 a diciembre de 2020, las comunidades Awajun y Wampis se juntaron con la Red de Aliados para las Sociedades Abandonadas (RASA JOVEN), el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) y, con el apoyo financiero del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), a través de su Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas (IPAF), implementaron un proyecto para mejorar su seguridad alimentaria.

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(11) Gamitana (colossoma macropomum) en estado juvenil extraída de la piscigranja construida en la comunidad, la gamitana es un pez nativo de la Amazonía y de gran importancia en la dieta de los Pueblos Indígenas.   (12) Victoria Chamik come las gamitanas de la piscigranja cocidas sobre hojas de plátano.    (13) Achiote, una fruta usada por la mayoría de los Pueblos Indígenas de la Amazonía. Los Awajun se pintan la piel con este pigmento ya que según sus creencias, el color les da fuerza.    (14) Victoria Chamik pinta sus brazos con el pigmento rojo del achiote, dibujando líneas paralelas como lo indica la tradición Awajun.    (15) La cerámica Awajun es considerada de las más bellas y enigmáticas del Perú.     (16) Las comunidades mantienen una dieta con base en el pescado, la yuca y el plátano.

Los Awajun construyeron un biohuerto donde siembran cebolla, betarraga (betabel), pepino y cilantro para complementar la yuca, que es su fuente principal de alimento. Además, como la contaminación de los ríos en su territorio, como el Marañón, les impedía consumir pescado, decidieron construir una piscigranja donde plantaron mil alevines que trajeron de la ciudad vecina de Tarapoto, a unos 180 kilómetros de distancia. Las siembras fueron acompañadas de talleres de formación, para consolidar el conocimiento de cultivo y de manutención del biohuerto y de la piscigranja.

“Nuestros ancestros han vivido aquí por siglos, pero nunca se han acabado el bosque. Ahora, en la civilización, ha cambiado totalmente. Han comprado motosierras y sacan madera, han eliminado las frutas y alejado a los animales”.

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(17) Nesila Akintui atraviesa el bosque de bambúes cargando una canasta con plátanos. Según la tradición, tanto mujeres como hombres cargan el peso con la cabeza.   (18) Agat Paati carga a su sobrina y atraviesa el bosque de bambúes para dirigirse a la quebrada, donde puede asearse y recolectar agua.   (19) A pesar de la contaminación del río Marañón, los Awajun no pierden su importante lazo con el agua.   (20) Nesila Akintui en el bosque de bambúes.

Mantener viva la comunidad es lo más importante para Aldo. Aldo cuenta que no quieren estar totalmente aislados. Aprender el español, por ejemplo, es muy esencial para que los jóvenes puedan ser los portavoces de la comunidad entera, dice. A  diferencia del pasado, los jóvenes Awajun ya pueden estudiar hasta la secundaria. El objetivo principal de la mayoría de los adultos ahora es la educación de los jóvenes.

Sin seguridad alimentaria estas comunidades tendrían que emigrar. Para continuar viviendo en su territorio y defenderlo de los proyectos que los han perjudicado, los Awajun deben de poder permanecer en sus tierras y usarlas para reforzar su conocimiento, ancestral y actual, para adaptarse a los cambios impuestos. Mientras el mundo pierde su diversidad ante industrias extractivas, comunidades Awajun fuertes no solo son esenciales para la defensa de la Amazonía, sino para la defensa del futuro.

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